domingo, septiembre 27

8 a.m.

Ocho a eme,
la virgen duerme.
El detalle de tu hombría
no es algo que le interese.

Tus palabras están duras
no lográs animarla,
la virgen duerme.
Virgen se mantiene.

Ocho a eme, volvés a casa.
La sangre agitada se concentra.
Tu mente no está sana,
vivís en sustancias.

La rechazaste una vez,
ahora viva te la querés comer...
pero la virgen no se olvida,
beso por beso, "eso" por "eso".

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