martes, diciembre 22

Promesas

Prometí no perder el contacto con algunos amigos.
Prometí ayudar en emprendimientos.
Prometí no abandonar mi blog.
No me gusta hacer promesas que no puedo cumplir, así como tampoco me gusta cumplir sin sentir. Y bueno, abandoné mi blog, perdí contactos con amigos importantes, me borre de tareas con las que estaba comprometida... fui una total desconsiderada con mi espacio personal y con muchas otras personas que tal vez necesitaron de mí en este largo año... pero, por más que me diera cuenta... sé que todo lo que NO hice, no lo hice porque no sentía natural hacerlo.
¿De qué sirve juntarte con un amigo a verse la cara si no te provoca darle un abrazo, si las conversaciones se tornan intrascendentes? ¿Que satisfacción puede brindar la ayuda que viene de alguien que sólo lo hace por cumplir un mandado?
Este año hice lo que sentí y sobre todo dejé de hacer lo que no sentí. A veces me siento triste por lo que dejé atrás, porque yo lo entiendo y entiendo por qué lo hice, pero sé que le debo muchas explicaciones a muchas personas... y aún así, no me nace darlas o no tengo el valor para pedir disculpas.
Creo que ese es el asunto pendiente de este año, y siento que lo dejaré pendiente, pero... ¿qué hacer? Tengo muchos sentimientos encontrados, preguntas que sucumben en mi mente y aún así, no sé que hacer o no encuentro cómo hacerlo, no me animo a dar ese paso para cerrar un camino atrás, porque hoy, ya estoy acá y lo único que puedo ver es más adelante.

1 comentario:

  1. Tienes razón, de qué sirve prometer cosas que luego pierden el sentido, tal vez sea mejor dejar que esas cosas surjan espontáneamente, sin presionarlas. Yo no lo hice este año pero me suena un buen própósito para el 2010: hacer lo que siento y dejar de hacer lo que no siento. Esas palabras me llegaron en el momento preciso, quizás sea una señal de que algo habrá que hacer.
    Saludos!

    ResponderEliminar