domingo, octubre 17

E M I L Y

Quise convencerme de que ya no te extrañaba
inventé una realidad en la que no estabas.
Dije que ya no quería verte,
hasta me llegué a creer que no  me hacías falta.

Pero llegó un día en el que me di cuenta.
Llegó un día en el que te necesitaba.
Esa amiga de compartir sonrisas
y las historias de vida.

Dije muchas cosas.
Y espero que no las escuches.
Dije cosas por decir.
No podía concebir que yo no te importara.

¿Cómo no iba a importarte si sé que me adorás?
Qué tonta, tonta, tonta fui.
Y la perdida era yo, perdiéndote a vos.
Hasta que un día no lo aguanté más.

Y no veo las horas de volverte a mirar,
abrazarte, y reirme con vos, como antes.
Aunque seamos personas distintas,
siempre vamos a ser las mismas.

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